los empleados no intentan ayudarte mucho, tiene pasillos larguísimos hasta llegar a las habitaciones ( y no tienen calefacción).
Tiene solo 4 elevadores y todo el tiempo están llenos ( el
hotel tiene muchísimas habitaciones), asiq siempre esperábamos mucho para bajar, y terminamos usando las escaleras larguísimos mayoría de las veces ( no es fácil subir 6 pisos a 2000 metros de altura).
La habitación era muy cómoda (éramos dos en una habitación para 4) y siempre está calentita. La ducha funcionaba perfectamente y siempre con agua caliente. El wifi andaba bastante mal.
volvería? see.. Los otros alojamientos salen mucho más caros y al final a lo que se va al
hotel es a dormir..

Muy mala experiencia. No te dan papel de baño, ni ningún complemento, las sábanas, el colchón, las camas estaban sucias, te dan dos toallas y si quieres más tienes que pagar por ellas.
El cuarto estaba sucio cuando llegamos y nos hicieron limpiarlo, te piden lavar los trastes pero tienes tú que traer tu propio jabón.

Las habitaciones algo pequeñas para 4 personas, la ubicación no estaba mal porque desde la pista de esquí entrabas directo al hotel, pero el servicio es nefasto, nos han robado 70€ por un supuesto mando de la TV que ni siquiera estaba en la habitación cuando llegamos ni en la lista de cosas que incluía el apartamento, además la TV no era nada del otro mundo para justificar ese mando, la habitación la dejamos también súper ordenada (hay vídeo y todo) y no se explica la fianza. La recepcionista india súper mal educada y cero resolutiva en la resolución de problemas, trabajo de cara al público y un mal día o problemas personales no justifican el mal trato hacia los clientes y la poca educación al comunicarse con los huéspedes.
Los ascensores, te podías esperar perfectamente media hora de reloj a que llegase a tu planta (y eso que había 3 o 4), cuando llegaba acostumbraba a llegar lleno porque pasaba por otras plantas antes y al final acababas teniendo que subir o bajar las maletas por las escaleras

Fuimos en verano y nada malo que decir. Las camas muy cómodas. El baño amplio. La cocina es lo justo para lo q se tiene q hacer. Mucho espacio de almacenaje. Las vistas desde la habitación increíbles ( aún sin nieve). La zona de spa perfecta!

Los apartamentos de esquí siempre son pequeños,
y estos también lo son. Pocos armarios y un edificio enorme y laberíntico.